Sabemos que en el 99% de las veces que te toca llamar a un cerrajero, no vas a estar de buen humor. Seguramente te has dejado las llaves en casa, has partido una dentro de la cerradura o se te ha estropeado la cerradura.
Pero eso yo ya lo se, por eso no voy a andarme con historias. Hago mi trabajo y me preocupo de que todo quede perfecto y listo lo antes posible. Entre otras cosas, por que quiero que me llames otra vez. A nadie le gustan las chapuzas y menos a mi.
Puedo estar en Zas, en tu casa o comercio lo antes posible, tu puedes llamarme a la hora que sea, mi asistencia para clientes es 24 horas. Seguramente pienses que llamar a las tantas a un cerrajero o no es muy ético, o te puede salir por un pico. Ya te voy diciendo que no. Punto número uno, es mi trabajo y es así. Y punto número dos, el presupuesto es la avería, no la hora a la que ocurra.
Soy tu cerrajero barato 24 horas en Zas.
Así que ahora que ya me conoces un poco más, si has tenido algún percance con la puerta de tu casa de Zas, te has dejado las llaves dentro o se te ha estropeado la cerradura recuerda que puedes llamarme a la hora que sea. Yo me desplazo lo antes posible a tu casa y arreglamos esa puerta.
Mi radio de acción empezó siendo A Coruña y los pueblos más cercanos a la ciudad. Sin embargo, ahora también ofrezco mis servicios en Zas. Dependiendo de la hora del día y del tráfico, me desplazo en moto o en coche. La opción que sea más adecuada a cada momento. Mi objetivo es el de ofrecerte el servicio más rápido posible desde el momento en el que me llames.
Deja de intentar abrir la puerta con una radiografía, si no te fías puedes ver mis reseñas en google, a día de hoy es lo que más confianza da a nivel online. Puedes echarles un ojo en este enlace.
Si te he convencido, puedes llamarme al teléfono 653 152 832. Atenderé tu llamada lo antes posible y me personaré lo antes posible en tu domicilio para poner fin a tu avería lo antes posible y al mejor precio. Y no te preocupes por si voy en coche o en moto, siempre llevo activo el manos libres.
